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¿Alguna vez has fallado adaptándote al cambio?

Flexibilidad

Como seres humanos estamos expuestos a cambios constantemente, no es un secreto que las empresas para cumplir con su misión deben ser lo suficientemente flexibles para no solo mantener buenas métricas, sino tener a los colaboradores en el centro y la mirada puesta en el futuro.

No hay empresas flexibles sin talentos flexibles. Y seguramente cuando no se nos exigía tanto como profesionales estábamos acostumbrados a encontrar organizaciones cuya planificación estratégica era a 5 años, directivos que no cambiaban en décadas, y por ende rutinas profesionales y personales que se mantenían en el tiempo.

Hoy en día la flexibilidad como competencia es una de las habilidades más valoradas por pequeñas y grandes organizaciones (según el Foro Económico Mundial), en conjunto con la resiliencia y la tolerancia al estrés, sin embargo, ningún profesional puede ser lo suficientemente flexible si no asume que personalmente ha tenido resistencia al cambio; por eso preguntémonos:

¿Cómo te has sentido al durar un día completo sin acceso a tu móvil?

¿Te mudarías de vivir frente a la playa a una ciudad fría todo el año, o viceversa?

¿Cómo te sentirías con el hecho de que tú mejor amigo sea nómada digital y ya no vayan a verse tan seguido?

Cambiaste de trabajo y tu nueva oficina no tiene ni un restaurante cerca, ¿cómo te sentirías al respecto?

Bien, lo que se repite en cada pregunta y posiblemente en tus respuestas es que el cambio viene acompañado de incertidumbre, de incomodidad, de sensaciones que regularmente no son agradables al ser humano, sobre todo si se realizan por un período de tiempo prolongado.

La buena noticia es que es normal que en algún momento de nuestra vida sintamos que hemos fallado al aceptar positivamente un cambio, pues esto significa que somos más o menos flexibles con determinadas situaciones, sin embargo de esta manera nos vamos conociendo, aceptando lo que podemos mejorar y lo que no estamos dispuestos a ceder, lo cual forma parte más de nuestros valores y creencias como individuos.

Cuando queremos formar parte de una organización tenemos que ser conscientes de sus políticas, sus objetivos, y su cultura, ya que desde que inicia un proceso de selección de un talento se evalúa que tanto se adapta su curriculum al perfil buscado, en el primer contacto seguramente se considerará que tan flexible es el candidato de acuerdo a su disponibilidad para una entrevista y en concordancia a sus aspiraciones salariales, y así sucesivamente.

En una economía con hiperinflación, conflictos mundiales, crisis migratoria en Latinoamérica, y una época de postpandemia, las empresas han reducido sus plantillas, y apuestan cada vez más por organigramas flexibles, es decir, las mismas personas incorporándose en distintos proyectos y equipos de trabajo, aprendiendo y agregando valor, lo que conlleva decisiones flexibles, y por ende, talentos con una flexibilidad desarrollada en alto nivel.

Tomar nota de las actividades que quieres hacer distinto, pedir apoyo a tu círculo familiar y de amigos para cambiar un comportamiento, asistir a terapia, inscribirte en ese curso que te ayudará a desarrollar de manera experiencial la habilidad, y seguir los hacks de Talento Upgrade sobre flexibilidad es algo que te llevará al siguiente nivel.

Y recuerda, no es mejor o peor el que falla, sino aquel que fallando logra aprender de esa situación y comienza a poner en práctica actividades que le generan bienestar y felicidad en cualquier espacio.